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    Expresamos nuestro amor por Dios y su palabra al obedecer sus mandamientos y fielmente proclamar su Palabra. Amamos la Iglesia cuando enseñamos la Palabra de Dios, cuando servimos con un espíritu sacrificial y afable y cuando protegemos el rebaño de la falsa enseñanza. Amamos a las naciones cuando proclamamos el evangelio salvador de Cristo y cuando les testificamos con palabras, hechos y obras acerca de la dulce compasión de nuestro Señor y Salvador.

    Abrazamos el Evangelio

    El Evangelio es el factor de motivación en todo lo que hacemos en Soldados de Jesucristo. A través de su poder en la vida, muerte, sepultura y resurrección de Jesucristo, vidas, familias, comunidades y culturas son transformadas. Apegados a esta verdad, nos esforzaremos a dejar que el Evangelio dirija cada faceta de nuestras vidas al vivir su verdad tanto individual como corporativamente.

    Predicar Todo el Consejo de Dios

    No hay mayor necesidad para el cristiano que alimentarse constantemente de la Palabra de Dios. Jesús dijo: “No solo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios.” (Mat. 4:4) Por lo tanto, la supervivencia y fidelidad de cualquier iglesia local depende de su compromiso con la Biblia. Este compromiso trae un enfoque centrado en Dios que mueve al cristiano a la madurez y al no creyente a un verdadero arrepentimiento y salvación. Como resultado, creemos que todo el consejo de Dios se abre paso a través de la vida de nuestras iglesias en todos los niveles – desde la exposición de las Escrituras durante los servicios de adoración los domingos por la mañana hasta las historias de la Biblia presentadas en clases de Escuela Dominical para niños.

    Toda Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para reprender, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, equipado para toda buena obra. – 2 Timoteo 3:16-17

    Vivir Vidas llenas del Espíritu

    Los cristianos han sido cambiados para siempre debido a la presencia permanente del Espíritu Santo. Pero, a pesar de que la eternidad está asegurada para ellos, aún existe la necesidad de vidas llenas del Espíritu si se desea experimentar una verdadera santidad y un ministerio eficaz. ¿Cómo sabes si un cristiano está lleno del Espíritu? No es a través de una señal mística externa sino a través de un gozo y paz interior que se desbordan dando frutos para el bien común y la misión de la iglesia (Gálatas 5:22-23).

    Y el Dios de la esperanza os llene de todo gozo y paz en el creer, para que abundéis en esperanza por el poder del Espíritu Santo. – Romanos 15:13

    Tener un Compañerismo Bíblico

    Dios creó al hombre para relacionarse; relacionarse con Dios y relacionarse con los demás. Del mismo modo, cuando Jesús fue presionado sobre el mandamiento más importante, dio dos: Ama a Dios, ama a tu prójimo.

    El compañerismo que el creyente experimenta no es superficial, es real. Disfruta de la conversación ligera de un amigo casual pero también es capaz de hablar sobre los temas más profundos. A veces, es directa y confrontacional pero siempre es amorosa. El creyente está preocupado por el corazón de su vecino y a diferencia de la locura de Caín, está llamado a ser realmente el guardián de su hermano.

    Porque el que santifica y los que son santificados, todos tienen una fuente. Por eso no se avergüenza de llamarlos hermanos. – Hebreos 2:11

    Relaciones Complementarias

    El compañerismo bíblico sólido y la comunidad son seguidos por un correcto entendimiento de las diferencias entre los géneros. Hemos llegado a comprender que nuestro papel como hombres y mujeres han sido definidos claramente en la Palabra de Dios, y seguir su plan maximiza nuestra eficacia en el Evangelio y nuestro gozo. En resumen, los hombres y las mujeres son creados iguales, amados y perseguidos por Dios y se les ha dado roles distintos para complementarse el uno al otro con el propósito de reflejar correctamente la relación de Cristo y su Iglesia, el orden creador de Dios y el plan santificante, tanto en el hogar como en la Iglesia.

    Participar en la Misión

    La fidelidad al Evangelio exige que todos los creyentes participen en las misiones. Por lo tanto, en Soldados de Jesucristo nos esforzaremos a contextualizar la verdad del Evangelio en todas las culturas, ya sea dentro de nuestras ciudades o en todo el mundo. Nuestra estrategia de misión no se limitará sólo a compartir el Evangelio, sino que se extenderá a cada creyente sea un misionero.

    Vivir en la Misión

    La vida del cristiano es una de propósito e intención. Lo que el cristiano tiene, eso da. Lo que el cristiano tiene es vida, perdón de pecados y una vida con Dios por medio de su Hijo Jesús.

    El mandato a una vida con Dios es la responsabilidad de la proclamación y la recuperación. El cristiano hace esto tanto activa como pasivamente. Activamente, el cristiano comparte las buenas nuevas de Jesús en todos los aspectos de la vida a amigos, enemigos, jefes y subordinados. Pasivamente, el cristiano proclama Jesús a través de la buena voluntad y la caridad. La exhibición de buen carácter de parte del cristiano hace a Cristo hermoso.

    ¡Cuán hermosos son los pies de los que anuncian la buena noticia! – Romanos 10:15

    Nos adherimos a las siguientes declaraciones:

    Confesión Bautista de Londres
    Declaración de Chicago sobre Infalibilidad Bíblica
    La Declaración de Danvers
    5 Solas
    Doctrinas de la Gracia